lunes, 29 de abril de 2013

Las grasas ya no son lo (malas) que eran


Como si de una reencarnación del conde de Montecristo se tratara, la fortuna de la grasa de la dieta está experimentando una transformación insospechada. Tras décadas de persecución y aprisionamiento en la parte más elevada y prohibida de la clásica pirámide nutricional, su inocencia, al menos de alguna de las grasas, está siendo reivindicada por la evidencia científica.
Además, esto no solo está ocurriendo con la grasa que comemos, sino también con la grasa que acumulamos. Resulta que no toda la grasa corporal es igual; está la "mala", conocida en los círculos médicos y científicos como la "visceral"; la "menos mala" o incluso neutra, que es la subcutánea; y por fin la "buena", que es la grasa marrón.
Pero volvamos a la grasa de los alimentos y más específicamente a la representada por nuestro aceite de oliva, que ha estado en el candelero las últimas semanas y muy merecidamente. En esta sección, se ha recogido el éxito del estudio PREDIMED, demostrando de manera inequívoca su capacidad de proteger de las enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, a pesar de las evidencias saludables, a los críticos de la grasa les quedaba un argumento evidente y termodinámicamente indiscutible. La grasa contiene por unidad de peso más del doble de calorías (9 kcal/gramo) que las proteínas o los hidratos de carbono (4 kcal/gramo), por lo tanto, es muy fácil argumentar que la grasa de la dieta promueve más fácilmente la obesidad.
Esta divulgada conexión entre la grasa de la dieta y el exceso de grasa corporal ha llevado durante décadas a la proliferación en las estanterías de los supermercados de productos bajos en grasa o con cero grasa, con el propósito de facilitarnos el control del peso y no acabar siendo una víctima de la epidemia de obesidad que nos invade. Sin embargo, las estadísticas nos revelan que la multiplicación de estos productos 'light' no parecen haber frenado el avance de la obesidad en lo más mínimo, ya que hecha le ley, hecha la trampa y estos productos nos dan una falsa sensación de seguridad que nos lleva a acabar comiendo más de la cuenta.
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viernes, 26 de abril de 2013

CÁNCER El peso de la alimentación


Está totalmente demostrada la relación alimentación-cáncer o, mejor dicho, de la "mala" alimentación-cáncer.  
El cáncer es una enfermedad multifactorial y según el EPIC (Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer), iniciado en los años 90 con 521.000 personas, está claro que las causas de cáncer son en un  5-10%... causas genéticas. Y, en un 90-95%, causas medioambientales, de las cuales la dieta representa el 30-35% de las causas  de cáncer. Alimentos ecológicos, locales y mayoritariamente vegetales (como los de la foto) constituyen una forma de prevenir el cáncer inmejorable. Si además son cocinados de la mejor forma posible, estaremos ahuyentando los procesos cancerígenos de nuestro organismo de la manera más efectiva.
Si toda la población tuviera un estilo de dieta saludable, la incidencia de cáncer disminuiría aproximadamente en un 30%.  En contra de lo que se suele pensar, la genética no es tan determinante en la expresión de la enfermedad y está totalmente condicionada por la epigenética y factores medioambientales. 
LA DIETA
Si bien la dieta es muy importante, tengamos en cuenta que esta importancia se ve acrecentada porque a través de la alimentación se vehiculizan también otros tóxicos ambientales:  por ejemplo los compuestos organoclorados de los pesticidas,  el bisfenol A y los ftalatos de los plásticos, o PFOAS y metales pesados en los utensilios de cocina. Recomendamos  documentarse al respecto de los tóxicos ambientales y la relación con el cáncer mediante el catedrático e investigador Nicolás Olea, que nos ofrece una información inestimable en estos video y entrevista.Es un misterio para cada uno de nosotros la predisposición genética que podemos tener para padecer cáncer y, de igual modo, es un misterio cuál es nuestra susceptibilidad ante los tóxicos.  Es decir, cuál es la cantidad o la combinación de tóxicos que necesitamos para activar un proceso cancerígeno. Por lo tanto, el principio de prudencia nos aconseja evitar los tóxicos reconocidos como cancerígenos (aparte de los citados, no olvidemos alcohol y tabaco)  y llevar un estilo de vida saludable, con ejercicio y una alimentación que desestima los alimentos y modos de cocinado que estimulan a las células cancerosas e incluyendo los alimentos ya bien conocidos como anticáncer.

Artículo de: http://vidasana.org/noticias-vidasana/cancer-el-peso-la-alimentacion.html

jueves, 25 de abril de 2013

El huevo y el colesterol


Los huevos tienen colesterol. Sin embargo, en abril de 1997, un riguroso estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition observó que la ingesta de huevos no eleva de forma relevante el colesterol sanguíneo. Desde entonces, los estudios que desmitifican la arraigada creencia "el colesterol del huevo es perjudicial" no han cesado de aparecer. Según estas investigaciones, el propio huevo contiene unas sustancias que bloquean la entrada de buena parte de su colesterol en el ser humano. Así, este alimento puede formar parte de un esquema de dieta saludable e incluirse de forma habitual en la alimentación sin perjudicar a la salud. Para ello, hay que saber enmarcarlo un patrón de dieta sana. El siguiente artículo desglosa las principales características nutricionales del huevo y ofrece recomendaciones de consumo para distintos casos y edades.
Como se ha detallado, los huevos presentan numerosas propiedades nutricionales interesantes, y consumirlos no produce elevaciones peligrosas en los niveles de colesterol en humanos. Un grupo de expertos, coordinado por el doctor Frank Hu de la Universidad de Harvard, indicó en 1999 que las personas sanas pueden tomar un huevo a diario sin que ello suponga un problema para su salud, algo que recogió un conocido slogan denominado 'Egg a day OK for healthy people' ('un huevo al día está bien para las personas sanas').
Sin embargo, no debe interpretarse que "cuanto más, mejor", ya que una alimentación saludable no se mide solo por los niveles de colesterol en una analítica ni por nutrientes aislados, sino por la dieta en su conjunto. Ilustra esto un artículo científico publicado en enero 2008 en la revista Circulation, que observó que tomar más de un huevo al día podría elevar el riesgo cardiovascular, de forma independiente a los niveles de colesterol de los consumidores. 

miércoles, 24 de abril de 2013

Zumos de verduras: cómo prepararlos y qué propiedades tienen


Los jugos vegetales tienen propiedades muy beneficiosas para la salud si se acierta con la combinación de verduras y hortalizas y con el momento idóneo para beberlos.

Hablar de zumo es pensar en frutas. Sin embargo, las verduras tienen muchísimas propiedades y algunas resultan muy interesantes cuando se preparan como jugos. Con una combinación bien escogida de vegetales, se pueden hacer zumos o licuados de verduras y hortalizas en los que, además de probar unos sabores sorprendentes y agradables, se aprovechan al máximo las cualidades de todos ellos. Conviene saber que, aunque se pueden mezclar las hortalizas según gustos y preferencias, hay combinaciones mejores y más acertadas, así como momentos idóneos para degustarlas. En este artículo se proponen las mejores combinaciones de verduras (con los colores como guía) e ideas dulces y saladas para los zumos, así como sugerencias de los mejores momentos para tomarlos y cómo aderezarlos.

El mejor momento para tomar los zumos de hortalizas es entre horas, a modo de aperitivo o de tentempié refrescante. De esta forma, la densidad nutritiva de la mezcla de vegetales -que no es mucha en cantidad, pero sí en variedad y calidad-, se aprovecha al máximo. Entre el 80% y el 90% del volumen de las frutas es agua.
Seguido del zumo, si apetece, se puede comer una fruta rica en vitamina C, como un tazón de fresas, un trozo de melón, una naranja o piña. De este modo, se duplica o triplica la absorción orgánica del hierro de los jugos vegetales, en particular, de las verduras verdes.

Para mirar las mejores combinaciones de zumos vegetales, ver aquí 

 

martes, 23 de abril de 2013

Tres razones para huir del efecto yoyó


Perder peso con una dieta estricta. Volver a los hábitos anteriores. Recuperar el peso perdido. Pesar más que antes de comenzar. Volver a la dieta estricta. Estos cinco pasos son la base de un aciago ciclo llamado "efecto yoyó" (en inglés, weight cycling), un fenómeno muy conocido en el ámbito de la dietética. Su fama, sin embargo, no responde a los halagos que (no) recibe por parte de los profesionales sanitarios, sino más bien a sus probados efectos negativos sobre el control de peso corporal y, más todavía, sobre la salud en general. De hecho, un nuevo estudio ha confirmado los temores de los expertos en obesidad a este respecto. A continuación se plantean tres razones de peso para huir del efecto yoyó.
 De entre los pacientes que acuden a los dietistas-nutricionistas, existe un grupo conocido como los 'dieters'. Este anglicismo hace referencia a personas cuyos hábitos de alimentación suelen ser desequilibrados y que de forma periódica realizan regímenes de todo tipo. Los siguen para "compensar" los excesos a los que someten su cuerpo de forma habitual, pero sobre todo con el objetivo de perder los kilos de más que se han acumulado en su cuerpo de forma insidiosa. Pese a que hay muchas razones para desaconsejar esta práctica, es importante considerar las tres que se exponen a continuación.

1. Las dietas estrictas no son eficaces

Cuanto más se fuerza el motor de un coche, más se deterioran sus componentes. Así que "pisar a fondo" a menudo hará que el coche cada vez funcione peor. Algo así sucede con el control de peso corporal si sometemos a nuestro organismo de manera regular a las desaconsejables dietas estrictas. A más regímenes severos, más difícil será controlar la aguja de la báscula, porque el metabolismo "se resiente" y responde cada vez peor a cualquier estrategia dietética.

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jueves, 18 de abril de 2013

'Adictos' a las patatas fritas


Detrás de una, va otra y otra... Por alguna razón, hasta que no se acaba la bolsa de patatas fritas resulta imposible dejar de comerlas. Ahora, una nueva investigación asegura tener la respuesta. Parece que este tipo de aperitivos activan zonas cerebrales relacionadas con el placer y la adicción y así lo ha explicado un grupo de científicos de la Universidad de Erlangen-Nuremberg (Alemania) durante la 245ª Sesión y Exposición Nacional de la Sociedad Americana de Química.
¿A quién no le ha pasado alguna vez? Se pregunta Tobias Hoch, el principal autor del estudio. Para averiguar por qué algunos alimentos provocan ese deseo irrefrenable por seguir 'picando' y no parar hasta que se acaben, Hoch y su equipo pusieron en marcha un trabajo con ratas. Se les ofreció tres tipos de ingesta: un banquete de patatas fritas, comida estándar de laboratorio y un pienso que incluía las mismas cantidades de grasas y carbohidratos que contienen las patatas fritas.
Los investigadores inyectaron un trazador de cloruro de manganeso en las ratas para poder visualizar, a través de una resonancia magnética específica, qué ocurre en el cerebro cuando consumen cada una de las tres opciones. Claramente, mostraban más interés por las patatas fritas y se las veía más dinámicas después de engullirlas. Pero además, y aquí está la clave, Hoch y su equipo observaron que las áreas cerebrales relacionadas con el placer, la recompensa y la adicción se mostraban significativamente más activas con las patatas fritas que con cualquiera de las otras dos opciones.

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miércoles, 17 de abril de 2013

Conductas alimentarias, ¿con cuál te identificas?


¿Quién no ha rechazado un dulce de chocolate por estar "a dieta"? O todo lo contrario: ¿quién no ha comido más chocolate de la cuenta cuando ha recibido un disgusto? ¿A alguien le resulta sencillo controlar la ingesta cuando tiene delante una caja de bombones, con variedades de distintos sabores, colores y formas? Identificarse con un tipo de conducta alimentaria no es fácil. El momento de la vida, las circunstancias personales, las condiciones de salud o de enfermedad influyen en el modo del comer, en la forma de comportarse ante la comida, o en el uso de la comida como una excusa para experimentar distintas emociones. A continuación se reseñan las tres teorías principales para explicar nuestra manera de comer.
Además del apetito, existen múltiples razones para comer -o no comer- un alimento. Algunas están relacionadas con los "mecanismos homeostáticos", esto es, con mantener un balance de energía y de nutrientes. Otras, en cambio, responden al sabor y la textura de la comida, o a sentirse recompensado a través de los alimentos. Estas últimas forman parte de los "procesos hedónicos y de incentivos". Es decir, del placer y las emociones. En la actualidad, hay tres teorías de la conducta alimentaria que explican por qué comemos lo que comemos, si bien no es fácil identificarse solo con una de ellas. El momento vital, las circunstancias personales, las condiciones de salud o de enfermedad, o el grado de susceptibilidad a estímulos externos influyen en que cada persona se vea reflejada en alguna de estas teorías del comportamiento alimentario. Incluso que las haya experimentado todas.
1. Retención cognitiva (tendencia a comer menos para controlar el peso). Este tipo de 'autocontrol' sobre la comida puede tener su efecto negativo cuando se aplica el mecanismo del "todo o nada".
2. Angustia emocional (predisposición a comer cuando se está expuesto a emociones negativas). La nutricionista Patricia Bolaños, un referente en el estudio y tratamiento de trastornos de la conducta alimentaria, sostiene que muchas personas utilizan la comida "para aliviar emociones negativas, como el estrés, la tristeza o la ansiedad".
3. Sensibilidad a los estímulos exteriores (comer más cuando se está expuesto a estímulos alimentarios relacionados con el apetito). El entorno influye en las señales que envía el cerebro y que regulan el deseo de comer.

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martes, 16 de abril de 2013

Comer bien hace que aumente el atractivo


Comer bien puede mejorar el atractivo. El consumo de frutas y hortalizas y la ingestión de carotenos proporciona a las personas de piel caucásica un tono y luminosidad que contribuye beneficiosamente a ofrecer una apariencia más saludable. Una apariencia que mejora la percepción de atractivo, según un estudio realizado en la Universidad de St Andrews, Escocia, y publicado a principios de marzo en la revista científica Plos One.
En la investigación han colaborado el departamento de psicología y la escuela de medicina del centro. Según explican en el propio artículo, trataban de investigar los efectos del consumo de frutas y hortalizas en el color de la piel y determinar la magnitud y la duración de un cambio perceptible por la modificación de hábitos alimenticios. Eligieron a un grupo de 35 jóvenes y registraron su tono de piel y su luminosidad al inicio del estudio, tres semanas después y seis semanas después. Según la publicación, el análisis se hizo “sin maquillaje, cremas bronceadoras ni una exposición intensa al sol”. Los participantes, con una media de edad de 20 años, consumieron de media 3,4 raciones de frutas y verduras repartidas en tres comidas.

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viernes, 12 de abril de 2013

La Flora Intestinal Insalubre Causante de Trastornos de Salud Físicos y Mentales


La flora intestinal insalubre es uno de los problemas más comunes en los seres humanos hoy en día y es la causa de muchas enfermedades autoinmunes e inflamatorias (cáncer, la enfermedad de Crohn, osteoartritis, el síndrome de fatiga crónica, la enfermedad inflamatoria intestinal, la esclerosis múltiple) y trastornos de salud mentales, que ahora son considerados como comunes, como la depresión, la ansiedad, el TDAH y el autismo.
Los alimentos procesados, los malos consejos en la manera de comer y nuestra dieta en general, así como mayores niveles de estrés, han contribuido a este aumento en gente con intestinos poco saludables. El aumento en la cantidad de medicamentos que toma la gente, como los antibióticos y los anticonceptivos, también ha contribuido al cambio de la salud del intestino ya que la medicación daña significativamente a la flora intestinal.
Las sustancias tóxicas que se encuentran en los alimentos y bebidas y otras influencias ambientales como la contaminación también dañan a la composición de la flora intestinal de la gente. La flora intestinal no puede sacar los metales tóxicos como el plomo y el mercurio así que estos se filtran en el torrente sanguíneo, quedándose en el cuerpo, generalmente en el cerebro, la columna vertebral, la médula ósea y el sistema nervioso. Esto puede causar leucemia, linfoma y otras alteraciones inmunológicas.

Las bacterias intestinales saludables son esenciales para la buena salud

Las bacterias están por todas partes. Sin embargo, estamos eliminando esta bacteria a través del aumento del uso de productos antisépticos y similares, que matan a las bacterias débiles mientras las bacterias nocivas se fortalecen y son más difíciles de combatir.
Las bacterias son increíblemente importantes para el sistema digestivo, que es donde la mayoría de las enfermedades – tanto físicas como mentales – se originan. Las bacterias intestinales superan en número a las células de tu cuerpo por lo menos 10 a uno. Tu intestino produce todavía más serotonina que el cerebro.

Curar la mucosa intestinal resuelve los síntomas de enfermedad

Al curar la mucosa intestinal y hacer que tu sistema digestivo funcione de nuevo, muchos de estos síntomas de enfermedad se resuelven. La gente con sistemas digestivos que no funcionan correctamente tienen demasiadas bacterias patógenas, virus, hongos, gusanos y protozoos en sus intestinos y no son capaces de crear nuevos enterocitos saludables – las células que forman la mucosa intestinal y que se regeneran cada pocos días.
Cuando el proceso de regeneración de las células en la mucosa intestinal no se produce correctamente, los enterocitos nacen mutados y pueden convertirse en cancerigenos y no cumplen con sus funciones de descomponer y absorber los alimentos.

Restaurar la flora intestinal con los alimentos fermentados

La reposición de las bacterias intestinales saludables al comer alimentos fermentados, donde las bacterias todavía están vivas, apoya al sistema inmunológico y ayuda a combatir las bacterias nocivas en tu cuerpo.

Cómo fermentar tú tus verduras:  http://sanasrecetas.blogspot.com.es/2013/04/como-realizar-verduras-fermentadas.html

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miércoles, 10 de abril de 2013

CONOZCAMOS ALGO MÁS SOBRE LAS FRUTAS


La composición de las frutas difiere en gran medida en función del tipo de fruto y de su grado de maduración. El agua es el componente mayoritario en todos los casos. Constituye, en general, más del 80% del peso de la porción comestible, oscilando entre un 82% en las uvas, un 90% en las fresas y hasta un 93% en la sandía.

Valor energético:

Las calorías de la fruta dependen casi exclusivamente de su contenido de hidratos de carbono, a excepción del caso del aguacate y del coco, frutas en las que el contenido graso determina su valor energético.

Hidratos de carbono: los azúcares o hidratos de carbono simples (fructosa, glucosa, sacarosa...) confieren el sabor dulce a las frutas maduras y suponen un 5-18% del peso de la porción comestible. Las manzanas y las peras son ricas en fructosa. En las frutas se encuentran también otros mono y disacáridos como la xilosa, la arabinosa, la manosa y la maltosa. Las ciruelas y las peras contienen cantidades relativamente altas de sorbitol, una sustancia emparentada con los azúcares, que posee un conocido efecto laxante. En menor presentan hidratos de carbono complejos (almidón). Las frutas no maduras poseen entre un 0,5-2% de almidón, pero conforme van madurando ese porcentaje disminuye hasta casi desaparecer, salvo en los plátanos maduros, en los que el almidón puede superar el 3% de su peso total.

Grasas: su contenido es casi inapreciable (0,1-0,5%), excepto en el aguacate, que aporta un 14% de grasa, especialmente ácido oleico, saludable (72% del total de grasa) y en el coco, con un 35% de grasa, mayoritariamente saturada (88,6% del total de grasa), menos saludable.

  
Valor regulador

Las frutas son buena fuente de vitaminas y minerales.

Vitaminas: destaca el contenido de vitamina C (en cítricos, frutas tropicales, melón, fresas y grosellas negras) y de provitamina A (en albaricoques, cerezas, melón y melocotón...), ambas de acción antioxidante. En menor proporción, se encuentran otras vitaminas del grupo B solubles en agua, biotina y ácido pantoténico (albaricoques, cítricos, higos...). En general, son más ricas en vitaminas las variedades coloreadas, las de verano y las frutas expuestas al sol. Como curiosidad: dentro de un mismo árbol, los frutos orientados al sur son más ricos en vitaminas que los orientados al norte; los de la cúspide más ricos que los de las faldas y los exteriores. más ricos que los interiores.

Minerales: en las frutas abunda el potasio (necesario para la transmisión del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, contribuye al equilibrio de agua dentro y fuera de la célula). Son ricas en potasio el plátano, kiwi, nectarina, nísperos, melón, uva negra, cerezas, albaricoques, ciruelas, coco fresco, aguacate, piña, chirimoyas y papaya. También aportan magnesio (relacionado con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y la resistencia ante enfermedades degenerativas, posee un suave efecto laxante y es anti estrés).


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martes, 9 de abril de 2013

Estrés y colesterol: respuesta intrínseca de nuestra memoria genética


¿Qué sucede en nuestro organismo cuando se produce una situación de estrés?
Cuando se produce una situación de alarma o de estrés nuestro sistema nervioso simpático (SNS) se activa preparando al cuerpo y haciéndolo más fuerte para poder luchar frente a cualquier problema que se le pueda presentar.

La reacción de lucha y huída
La reacción de alarma o estrés del sistema nervioso simpático, es el mecanismo utilizado en situaciones de emergencia y de peligro para la supervivencia y la reproducción.
A nivel fisiológico se observa una elevación de la tensión arterial, un incremento del flujo sanguíneo hacia los músculos, un incremento del ritmo cardíaco e incluso un aumento del colesterol. Una del aumento del colesterol en sangre puede explicarse en el hecho que cuando el cuerpo se encuentra en una situación de estrés, éste responde produciendo más energía en forma de recarga metabólica, es decir, azúcar y grasa. Para que esto suceda es necesario que nuestro hígado produzca y secrete mayor cantidad de LDL (Low Density Lipoprotein), el principal transportador de colesterol en la sangre.

 “Un estudio realizado en la Universidad de Londres examinó cómo
reaccionaba un grupo de individuos frente a una situación estresante y si ésta
les incrementaba los niveles de colesterol en sangre. Se valoraron las funciones
cardiovasculares, de homeostasis e inflamatorias antes y después del
estudio. Se observó un aumento de los niveles séricos de colesterol en todos los
participantes”.


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lunes, 8 de abril de 2013

Más azúcar, más peso, más grasa


El consumo desmesurado o habitual de alimentos azucarados se asocia a la ganancia de peso, pero a una ganancia poco sana, donde el aumento de grasa es lo más llamativo del peso ganado. Así lo demuestra un metaanálisis realizado por los departamentos de Nutrición Humana y de Medicina de la Universidad neozelandesa de Otago. La ingesta de azúcares o de alimentos dulces y azucarados -incluidas las bebidas- es un factor determinante del peso y de la grasa corporal. El siguiente reportaje señala los límites entre una ingesta necesaria y excesiva de azúcar, explica cómo se relaciona ese ingrediente con la obesidad y el sobrepeso y ofrece cuatro alternativas para sustituir el azúcar de manera natural.

La obesidad es la enfermedad crónica de mayor impacto en los países desarrollados. Por ello, la búsqueda para descubrir su causa fundamental despierta un gran interés en el mundo científico. Pese a que la glucosa es un tipo de azúcar -uno de los más sencillos- y es el combustible elemental del organismo humano, el azúcar no es un alimento básico. Desde la óptica nutricional y de salud, todos los "azúcares libres" son prescindibles, en tanto que se añaden a los alimentos solo para hacerlos más agradable al paladar.

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sábado, 6 de abril de 2013

¿Porque tengo antojos y solo me apetecen porquerías?


Cuando nos apetece algún alimento por simple placer suelen ser dulces, salados o comidas muy calóricas y es muy extraño que sea el tipo de comida que nos resultaría más saludable o beneficiosa. Hay una tendencia a pensar que esos antojos son resultado de una necesidad física de nuestro cuerpo y a veces hasta se asocia a falta de minerales y otros nutrientes. Para empezar es necesario distinguir entre hambre, y ansia por comer.

¿Como se produce el hambre?
Si tu estómago está vacío y en tu torrente sanguíneo no hay suficiente energía para llevar a cabo las funciones básicas, la primera estrategia es liberar ghrelina en el estómago, al activarse esta hormona, el hipotálamo (que es como la sala de mandos del cerebro) reconoce esa sustancia y crea la sensación física de hambre y así reconocemos que necesitamos comer.
Sabemos cuando estamos saciados porque las células grasas generan leptina y el páncreas  segrega insulina para regular la cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo, que se eleva al comer y metabolizar los alimentos.
Si tienes hambre, mucha hambre quieres comer, pero  no necesitas comer algo determinado, la urgencia de tu organismo ante la falta de combustible hace que realmente no te importe que comer y solo quieras comer algo.
No es esta la razón para los antojos, durante los antojos lo que te apetece es determinados alimentos y solo esos. Comiendo “otros” no sacias esa necesidad.

viernes, 5 de abril de 2013

Mensajes alimentarios que confunden

Un paseo por cualquier tienda de alimentación permite encontrar mensajes que acompañan muchos envases y que a menudo resultan confusos para el consumidor. El interés de la industria por ofrecer productos lo más naturales y saludables posibles hace que, en ocasiones, se recurra a mensajes que no van más allá del marketing. ¿Qué hay de cierto en ciertas conservas que destacan su contenido en aceite de oliva? ¿Es relevante la cantidad de fruta que contienen algunos productos que se acompañan del mensaje "con trozos de fruta"? Conocer estas y otras cuestiones es importante para que la elección entre distintos productos semejantes sea más fácil y nos permita escoger aquellos que más se adecuen a las necesidades individuales sin sentirnos condicionados por la publicidad. El siguiente artículo presenta los cinco mensajes confusos más habituales en la alimentación.

  1. "Con pollo" (salchichas, hamburguesas...). El pollo y el pavo son dos de las carnes más magras, con menor porcentaje de grasa en su composición. Este aspecto nutricional es determinante en muchos casos para escoger productos de charcutería (salchichas, hamburguesas, carne picada...) con el pollo o el pavo como ingrediente principal. El resultado esperado es un derivado cárnico jugoso, gustoso, pero menos graso y calórico. Sin embargo, es fundamental leer la lista de ingredientes. La realidad es que muchos de estos productos cárnicos llevan como ingrediente principal la carne de cerdo y añaden pollo o pavo como un ingrediente más, pero no como elemento mayoritario, aunque en el etiquetado o en el envase se destaque. 
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jueves, 4 de abril de 2013

Hortalizas, legumbres y frutales de temporada en Mallorca


En el último medio siglo hemos sufrido una transformación brutal en nuestros hábitos de consumo. El auge del petróleo y la rapidez en los transportes han conllevado que, hoy en día, sea normal encontrarnos en el supermercado con todo tipo de productos, procedentes de cualquier parte del mundo y en cualquier época del año. Lo normal, tal y como se ha hecho tradicionalmente, es sembrar unas variedades u otras dependiendo de la estación en la que nos encontremos y de las condiciones del lugar donde se produce, de manera que cada territorio tiene sus particularidades.
Bien es sabido por cada vez más gente que los alimentos son más frescos en la medida en que son de variedades locales y consumidos en la época del año en que toca, algo que normalmente conlleva que su proceso de producción haya sido lo más natural posible. Lo ideal, por tanto, es que nosotros como consumidores busquemos alimentos que sean producidos localmente en Mallorca. La marca Producte Local, por ejemplo, asegura que los productos frescos identificados bajo su logotipo han sido producidos o capturados (en el caso del pescado) íntegramente en las Illes Balears. Siempre procederán de explotaciones agrícolas y ganaderas con una producción ligada al territorio, respetuosas con el medio ambiente y con el bienestar de los animales.

Para orientarnos un poco mejor, hemos elaborado este listado de hortalizas, legumbres y frutales, ordenados por meses en función de su período ideal de recolecta, para poder tener claro qué productos son mejores para el consumo en función de la época del año. ¡Qué aproveche!

ENERO

Hortalizas y legumbres: Acelga, Apio, Alcachofa, Lechuga, Puerro, Zanahoria, Col de Bruselas, Rábano, Brócoli, Repollo, Coliflor, Haba, Boniato y Nabos. Frutales: Naranja y Limón.

FEBRERO

Hortalizas y legumbres: Acelga, Apio, Alcachofa, Lechuga, Zanahoria, Col de Bruselas, Rábano, Coliflor, Haba y Guisante. Frutales: Naranja y Limón.

Seguir leyendo en:  http://www.ecomallorca.net/blog/hortalizas-legumbres-frutales-temporada-mallorca

miércoles, 3 de abril de 2013

Las obsesiones de las madres primerizas


Tras dar a luz al primer bebé comienza una etapa llena de cambios, tantos que a nadie le sorprende ver a una madre primeriza obsesionada con la esterilización de los biberones o que comprueba constantemente si su pequeño está respirando. Según un nuevo estudio publicado en la revista 'The Journal of Reproductive Medicine', durante los primeros meses de la maternidad, las mujeres tienen más comportamientos obsesivos compulsivos que la población general.
"En el periodo posparto se desregula la serotonina (debido a la revolución hormonal propia de esta etapa y esto podría ser la causa de que aumenten los síntomas obsesivos-compulsivos", explican los autores de la investigación, de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern (Chicago, EEUU). Otras investigaciones, reza el artículo, apuntan que también influye el aumento de oxitocina que se produce durante embarazo y en la fase posterior. Otros expertos creen que además afecta el incremento de actividad en el hipotálamo-pituitaria-corteza adrenal.

martes, 2 de abril de 2013

La OMS alerta del peligro de compuestos de uso diario


Los disruptores endocrinos son unos compuestos químicos capaces de simular el comportamiento de las hormonas. Entre ellos están los ftalatos, empleados en la industria como ablandadores de plásticos, las benzofenonas, que se encuentran en los filtros ultravioletas de las cremas solares, los parabenes, usados para extender la caducidad de productos cosméticos como los champús, o el bisfenol A (BPA) presente en plásticos (policarbonato y resinas epoxi).
En los últimos años, estas sustancias están siendo objeto de una atención creciente para determinar sus implicaciones en distintas enfermedades, especialmente relacionadas con problemas metabólicos. Ayer, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud anunciaron el contenido de un informe  encargado a 16 especialistas para evaluar las evidencias científicas relacionadas con los efectos de estas sustancias. Una de sus principales conclusiones es que estos compuestos químicos son una “amenaza global” de la que hay que estar pendiente.
El documento apunta la existencia de unos 800 componentes que causan o son sospechosos de producir alteraciones en la regulación hormonal. Solo “una pequeña fracción” de ellos, advierten los investigadores, han sido analizados para comprobar los efectos que provocan en la salud de las personas.

Seguir leyendo en:  http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/19/actualidad/1361307681_575897.html