jueves, 29 de mayo de 2014

Emociones, personalidad y salud

 
Hay muchos factores que inciden en el desarrollo de una enfermedad: predisposición genética, causas ambientales y malos hábitos, entre los más conocidos. Sin embargo, elementos de la personalidad, como ser pesimista, convivir con hostilidad, la ira o la tristeza e, incluso, reacciones propias del organismo, como el estrés o la ansiedad mantenida, hacen a las personas más vulnerables al desarrollo de determinadas dolencias. La evidencia disponible señala que una actitud positiva, además de alargar la vida y proteger la salud, ayuda a reforzar el sistema inmunitario. Por ello, también es un elemento importante en el proceso de recuperación de algunas enfermedades.


Las emociones y la personalidad en la salud

Numerosas investigaciones han evidenciado que la salud es un equilibrio entre cuerpo y mente y que las emociones influyen tanto en la salud como en la enfermedad. Un estudio publicado en la revista European Heart Journal en 2010 veía la relación inversamente proporcional entre el desarrollo de enfermedad cardiaca coronaria y emociones positivas. O, según se expone en el libro 'El dolor de espalda y las emociones. Conocerse para curarse', de David Ponce, que la causa del dolor puede ser de tipo emocional.
De todas las emociones, parece que la más relevante es el optimismo, pues muchos estudios lo asocian a una mayor protección ante la enfermedad y con una mayor esperanza de vida e, incluso, las personas optimistas perciben una mejor salud física y mental. Por el contrario, tal y como publicaba hace unos años la revista Mayo Clinic Proceedings en el artículo 'El optimismo-pesimismo evaluado en los años 1960 y estudio sobre el estado de salud 30 años después', una personalidad pesimista se relaciona, de forma significativa y a la larga, con una percepción de peor funcionamiento físico y mental. Pero, ¿cómo la personalidad o las emociones pueden proteger la salud? ¿O por qué algunas reacciones como el estrés pueden alterar el sistema inmunológico?

La psiconeuroinmunología 

La psiconeuroinmunología, también denominada psiconeuroinmunoendocrinología o psiconeuroendocrinoinmunología es una disciplina que aglutina diferentes especialidades tales como las neurociencias, la psicología, la fisiología, la inmunología, la farmacología, la psiquiatría, las ciencias de la conducta, la reumatología y las enfermedades infecciosas. Tiempo atrás se creía que el sistema inmunológico se autorregulaba, pero hace años que se ha demostrado que entre este, el sistema nervioso central y el endocrino existe una estrecha y complicada relación. Y es debido a la gran complejidad que presenta la red de conexiones entre estos sistemas, que resulta muy complicado su estudio.
El objetivo de la psiconeuroinmunología es estudiar las asociaciones entre el cerebro (conducta) y el sistema inmunológico, el sistema nervioso y el sistema endocrino; los tres, responsables de la homeostasis (fenómenos de regulación) del organismo.
Y uno de los protagonistas que más investigaciones ha suscitado ha sido el estrés y la ansiedad junto con sus consecuencias psicofisiológicas. El estrés, considerado como una reacción de alarma y adaptación que permite al organismo hacer frente a las situaciones de peligro, según afirman diversos estudios, produce ciertos efectos que pueden alterar el sistema inmunológico y provocar el desarrollo de algunas infecciones, determinadas formas de cáncer o enfermedades autoinmunes. Aun así, es necesario un cierto grado de vulnerabilidad por parte del individuo.

Seguir leyendo:  http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2014/03/26/219600.php

 

lunes, 26 de mayo de 2014

Cerezas: mitos, cualidades y certezas

 
Muy apreciadas por su sabor, populares entre los niños y con beneficios confirmados por la ciencia, las cerezas llegan a los consumidores en su tiempo y en forma óptima, pues pasan del árbol a la mesa y solo están disponibles durante unas pocas semanas al año. ¿Cómo aprovechar el mejor momento de las cerezas? ¿Cuántas se pueden comer? ¿Es verdad que no se puede beber agua cuando se ingieren muchas? El siguiente artículo rompe algunos mitos sobre esta fruta, explica cuándo, cómo y cuántas hay que tomar y señala las mejores cualidades que la naturaleza reserva en estos bocados rojos llenos vitaminas y antioxidantes.

Cerezas: cómo, cuándo y cuántas comer

Las cerezas anuncian la llegada de los días largos y preceden al calor estival. Cuanto más grandes y dulces son, mejor es su calidad. Las dobles son una malformación y la variedad más habitual es la napoleónica, roja oscura (casi negra), dorada por dentro y carnosa. Existen poderosas razones para aprovechar esta fruta tan ligada a la temporalidad y a la geografía que solo puede disfrutarse durante unas pocas semanas al año.

 Lo primero que hay que desterrar de la cesta de cerezas es el mito de que engordan. Les sucede como a otras frutas que cargan con esa mala etiqueta, pero de manera infundada. A pesar de ser dulces, su contenido en azúcares naturales -y, por ende, en calorías- no es superior al de frutas comunes como manzanas, mandarinas o peras. De hecho, cien gramos de cerezas proporcionan 48 Kcal, cantidad de energía equivalente a las 54 Kcal de la misma cantidad de manzana (por lo general, una pieza pesa el doble o casi), las 50 Kcal de 100 g de pera o las 46 Kcal del mismo peso de nectarina.
Pero, como con todo, hay que controlar la cantidad, y con las cerezas puede ser más fácil, ya que se puede elegir cuántas comer, a diferencia de otras frutas en pieza que se toman enteras. No se trata de comerse medio kilo de una sentada, aunque sí podemos incluirlas en el almuerzo o la merienda todos los días hasta aburrirnos de ellas, que será cuando desaparezcan de la vista. Su presencia es efímera, pero su aceptación entre los niños posibilita que un puñado -10 o 15 cerezas- sustituya al postre dulce, complete la merienda o sirva para el aperitivo del colegio. Incluso son una excelente excusa para lograr con éxito el propósito tan difícil de incorporar fruta en el desayuno.
Otro mito que acompaña a las cerezas es que puede causar malestar si se bebe agua después. Cuentan los que han tenido la suerte de disfrutar del paisaje del Jerte (Cáceres) que atiborrarse de cerezas una tarde de primavera tardía cogiéndolas del mismo árbol, incluso con el fruto un poco caliente, y beber agua después para refrescarse es un placer. Y puede producir diarrea. Pero la causa no es la relación agua-cereza, sino una lógica respuesta a una indigestión o empacho. La única precaución con las cerezas y el agua es la de no lavarlas si no se consumirán de inmediato. Hay que guardarlas sin tapar y sin limpiar en la nevera, y así aguantan hasta dos semanas en perfecto estado.

Principales cualidades de las cerezas

Las cerezas contienen beta-caroteno, vitamina C y, sobre todo, ácido fólico, además de minerales como potasio y pequeñas dosis de magnesio, fósforo y hierro. También aportan fibra y una muy alta concentración de antioxidantes. Entre ellos sobresalen las antocianinas y la quercetina, que son flavonoides, así como compuestos fenólicos. Estos datos, confirmados en una revisión sobre las cerezas y la salud llevada a cabo por el Departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad de Arizona (Tucson), permiten afirmar que las cerezas son una fuente incuestionable de salud, en especial para las dolencias y achaques que aparecen a partir de los 40 años.

Artículo de:  http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/guia-alimentos/frutas-y-derivados/2014/05/07/219874.php
 

jueves, 22 de mayo de 2014

Dietas milagro y cuentos de hadas: parecidos razonables


Las fórmulas mágicas para adelgazar cautivan a millones de personas. Como los cuentos infantiles, tienen el enorme poder de ilusionar. Entusiasman, maravillan. Ofrecen finales felices, cambios inmediatos y conquistas duraderas. Las dietas milagro son cuentos también. Se dirigen a un público adulto, pero ávido de magia y crédulo, como los niños. Operan sobre el resorte de la fantasía, la imaginación y el deseo, y es allí donde le ganan el pulso a los datos, las investigaciones científicas o las recomendaciones nutricionales que se apoyan en el rigor. ¿Qué otras similitudes existen entre unas tramas y otras? El siguiente artículo analiza las numerosas semejanzas entre las dietas milagrosas y los cuentos de hadas.


Dietas milagrosas: magia y fantasía que cautiva

¿Por qué triunfan las dietas milagrosas? ¿Cuál es el secreto de su éxito? Por alguna razón, millones de personas caen en ellas cada año, las siguen a rajatabla y obedecen sus consejos. Incluso quienes han leído sobre sus riesgos y saben que están desaconsejadas acaban probándolas alguna vez. "No pierdo nada por intentarlo", pensarán, aunque en el fondo sepan -o intuyan- que están poniendo en riesgo su salud y haciéndole daño al bolsillo. ¿Qué provoca que una dieta milagrosa obnubile a tanta gente? Su parecido con los cuentos infantiles podría explicar esta fascinación. La mayor parte de los adultos saben que no hay varitas mágicas; sin embargo, el resto del relato es tan real, tan verosímil, que cuando menos, despierta al dragón de la duda.
"Había una vez una inocente niña llamada Willendorf, que se perdió en un bosque. Pese a que estaba hambrienta, no se atrevía a comer las manzanas de los árboles, ya que su madrastra le había dicho que la fruta contenía mucho azúcar. Pasó cerca de una casita de chocolate, de la que sí comió hasta hartarse, pues en aquellos días un trovador de su pueblo entonaba el siguiente verso: 'estudio confirma que el chocolate no engorda'. Sin embargo, Willendorf, tras meses sin moverse de la casa y sin dejar de comer tejas de chocolate, engordó y engordó hasta enfermar. Entonces se dijo: 'Será cosa de la genética, buscaré un hada para solucionarlo'. Pero, cuando se disponía a buscarla, un mezquino brujo, disfrazado de médico, se cruzó en su camino y le susurró: 'Si me sigues, te enseñaré una pócima con la que perderás peso rápidamente, para siempre y sin esfuerzo'. Y Willendorf le siguió". Este modesto relato sirve para darse cuenta de que los cuentos de hadas y las dietas milagro tienen muchas cosas en común.

Las manzanas siempre están envenenadas

La madrastra de Willendorf le hace creer que comer manzanas engorda. Y es que quizá la manía que tienen tantos falsos gurús de clasificar las frutas dentro de los alimentos a limitar o a "disociar" venga de relatos como el de Adán y Eva -o de las muchas versiones del cuento de Blancanieves, en el que un mordisco a una manzana envenenada basta para mandarla al otro barrio-. Sea como fuere, el consenso español de prevención y tratamiento de la obesidad no da la razón a la madrastra de nuestro cuento, al afirmar que la prevención dietética del aumento de peso sí puede modularse mediante dietas con un alto contenido de fruta y hortalizas. Es un mito que las frutas engordan.

Artículo de:  http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/curiosidades/2014/05/20/219940.php

lunes, 19 de mayo de 2014

Alimentos para bebés con exceso de azúcar y sal

Los alimentos comerciales pensados para la etapa en la que los bebés empiezan a comer sólido no sólo no satisfacen las necesidades nutricionales de los pequeños sino que llevan un exceso de azúcar y sal poco recomendable. Así lo confirma la revista 'Archives of Disease in Childhood' después de analizar el etiquetado de más de 400 productos disponibles en Reino Unido.
Y lo peor, subrayan los autores de este estudio, es que "la venta de muchos (el 44%) se promueve para los niños a partir de los cuatro meses de edad, momento en el que aún deberían estar alimentados sólo con leche materna", según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Durante su primer medio año de vida, recalca José Manuel Moreno, pediatra del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, "los niños alimentados con la leche materna tienen todas sus necesidades cubiertas, por lo que cada vez más los pediatras en España aconsejamos retrasar los nuevos alimentos hasta los seis meses de edad. En los niños alimentados con leche de fórmula quizás convenga adelantarlo un poco, pero no mucho", señala.
Con el objetivo de analizar qué tipo de alimentos hay disponibles en las estanterías de los supermercados de Reino Unido para cubrir este periodo de transición entre la leche y los nuevos alimentos, un grupo de investigadores de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) ha analizado el contenido nutricional de un total de 479 productos de cuatro grandes fabricantes del país (Cow - Gate, Heinz, Boots y Hipp Organic) y dos especializados (Ella's Kitchen y Organix) en alimentación infantil.
Cereales para el desayuno, preparados en polvo (por ejemplo, de frutas) para mezclar con agua y empezar a ofrecérselos al bebé con cuchara (la mayoría -el79%- de estos alimentos están confeccionados para usar la cuchara), galletas, salchichas en trocitos, barritas... Existe una amplia gama de variedades pensadas para los más pequeños. En este punto, cabe matizar que "en Reino Unido hacen más uso de estas alternativas que nosotros (en España)", apunta el pediatra español. "Aquí se consumen más alimentos hechos en casa". De los productos comerciales, apunta el experto, los más reclamados son los 'potitos' para comida y la merienda.
Los investigadores registraron la información nutricional de cada uno de los alimentos: calorías, sal, azúcar, proteínas, hierro, calcio, carbohidratos, etc. "Obtuvimos estos datos de las páginas web de los fabricantes o, como ocurre en el caso de 'Boots', de los productos adquiridos directamente en la tienda", señalan en el artículo.
Después de procesar y comparar los resultados, "vimos que, efectivamente, durante los seis primeros meses de vida, estas variedades comerciales no aportaban nada que no ofreciera ya la leche". Y, una vez superado ese tiempo, al cotejarlos con la comida casera, los autores del estudio comprobaron no sólo no cubren las necesidades nutricionales de los pequeños sino que, aunque están dentro de los márgenes permitidos por la directiva europea, tienen más azúcares y sal de lo deseable.

Seguir leyendo:  http://www.elmundo.es/salud/nutricion/2013/10/28/526eb3980ab740c12d8b4589.html

martes, 13 de mayo de 2014

5 HÁBITOS QUE ALTERAN TU TIROIDES


La tiroides es una glándula muy importante en nuestro cuerpo, pues está encargada de producir hormonas necesarias para nuestro metabolismo. Lo que se traduce en que si estas hormonas son deficientes nuestro cuerpo no podrá funcionar correctamente y no quemará las calorías de manera normal. En consecuencia habrá un ascenso de peso de manera involuntaria, situación que se da en el hipotiroidismo.
Existe, además, el trastorno opuesto al hipotiroidismo, el cual es ocasionado por una producción desmedida de hormona tiroidea denominado hipertiroidismo.En el hipotiroidismo o tiroides hipo-activa la persona afectada tiende a subir de peso, la piel se vuelve reseca, los latidos del corazón más lentos y puede existir estreñimiento. Todo eso a causa de un metabolismo más lento y por ende ineficiente. Si bien es cierto que las alteraciones de esta glándula se deben generalmente a trastornos autoinmunes, congénitos, medicamentos, etc. Es importante saber que también existen hábitos de vida que pueden alterar su funcionamiento, afectando de igual manera nuestro metabolismo.

¿Cuáles serían esos hábitos?

Sedentarismo

El sedentarismo puede estar asociado a la presencia de trastornos hormonales como el caso del hipotiroidismo. Una vez más conocemos otra razón importante por lo que el ejercicio diario se torna indispensable para un cuerpo sano. No solamente para disfrutar de un cuerpo esbelto sino también como forma de prevención de muchas enfermedades o alteraciones de salud.

Cafeína

Es importante que tengas en cuenta que nada en exceso puede ser saludable, si consumes cafeína de manera exagerada, debes detenerte. Su consumo desmedido puede estar relacionado a la aparición de irregularidades con la glándula tiroides.

Alcohol

El consumo de esta bebida en exceso afecta en general a nuestro organismo. Pero ya que el día de hoy nos centramos en la tiroides, es bueno que sepas que el alcohol podría causar la aparición de hipotiroidismo.

Tabaquismo


Si eres fumador, lo más recomendado sería que abandones el hábito, aparte del sinfín de enfermedades a causa de este producto, también se añade el riesgo sufrir daños en tu salud a causa del mal funcionamiento de tu glándula tiroides.

Yodo

El yodo es un elemento indispensable para el correcto funcionamiento de nuestra glándula tiroides, un deficiente aporte de yodo puede ser causante de alteración en la misma.

¿En qué alimentos podemos encontrarlo?

Lo podemos encontrar en pescados, mariscos, ajo, frijoles blancos, yogurt, queso, leche de vaca, algas marinas, naranjas, manzanas, remolacha, acelga, cebollas, piña, etc. Recuerda siempre asegurarte de incluirlo en tu dieta.
Si tienes dudas sobre como incluirlo de manera correcta, evitando también un abuso de este mineral, lo ideal sería consultar con un nutricionista que sabrá guiarte hacia una alimentación balanceada y saludable, sin omitir ni tampoco abusar de ningún nutriente.
Los hábitos que hemos nombrado a lo largo de esta información no sólo afectan tu tiroides. La verdad es que nuestro organismo en general se ve afectado por llevar malas costumbres. A la larga nuestro cuerpo pasará la factura. Ten en cuenta que cada cosa que haces hoy repercute en el mañana, el daño se va acumulando y algún trastorno aparecerá.
Elimina de tu vida todo hábito dañino. Elige mejor lo natural, lo sano. Tu cuerpo no es eterno, cuídalo de manera a que mientras dure tu vida sea de la mejor calidad posible.

Artículo extraído de:  http://mejorconsalud.com/5-habitos-que-alteran-tu-tiroides/

viernes, 9 de mayo de 2014

Los niños obesos gastarán 13.000 euros más en su salud a lo largo de su vida

Los argumentos clásicos -principalmente, el peligro para la salud individual y pública- parecen no funcionar, ya que la obesidad infantil continúa creciendo en todo el mundo. Algo así han debido de pensar los investigadores de la Duke-NUS Graduate Medical School de Singapur, que publican esta semana un estudio en la revista Pediatrics que utiliza un argumento que puede no dejar indiferente a muchos: el económico.
Según su trabajo, basado en la extrapolación de seis estudios ya publicados, un niño que es obeso a los 10 años generará a lo largo de su vida más de 13.000 euros más en gastos médicos que un niño de peso normal que se mantenga en él a lo largo del tiempo.
Los investigadores liderados por Raul Malhotra van más allá y hacen una estimación de lo que este dato supone si se aplica a la actual tasa de obesidad infantil en EEUU y la cifra da que pensar: algo más de 10.000 millones de euros. No es la única comparación que hacen para mentalizar a sus lectores del problema que supone la obesidad infantil. En un país en el que la enseñanza universitaria es una preocupación para muchos padres, debido a su coste, los investigadores señalan que el coste completo de los estudios universitarios no supera el gasto excesivo que genera por niño la obesidad infantil.
Aunque solo una minoría de los niños obesos crece como adultos sanos, los investigadores han hecho una estimación alternativa basada en esa rara posibilidad. Así, la cifra se rebajaría a 9.000 euros por niño obeso a los diez años.

Pero ¿por qué monetizar un problema tan ligado a la salud como la obesidad infantil? Según escriben los autores en Pediatrics, "a los políticos se les pregunta continuamente que justifiquen el valor de los esfuerzos en prevención de la obesidad infantil, tanto en términos de salud como económicos".
Así, los médicos consideran que sus datos no solo justificarán dichos programas, sino que se podrán también utilizar en análisis de coste efectividad de distintas estrategias.
"Esta estimación nos describe las consecuencias financieras de la falta de acción y de los ahorros médicos potenciales que se pueden obtener de los esfuerzos en la prevención de la obesidad que han conseguir reducir o retrasar su aparición", explica el primer firmante del trabajo, Eric Finkelstein.

Noticia de:  http://www.elmundo.es/salud/2014/04/07/53425b66ca47417d508b456c.html

miércoles, 7 de mayo de 2014

POR UN PUÑADO DE LEGUMBRES

Incluir en la dieta una ración diaria de legumbres puede tener un efecto inmediato en la reducción del llamado 'colesterol malo'. Una revisión de más de 20 estudios científicos sobre las propiedades nutricionales de estos alimentos ha señalado que la reducción puede llegar a ser del 5%, lo que se traduciría en una pequeña reducción del riesgo cardiovascular.
Según explican John Sievenpiper y sus compañeros de la Universidad de Toronto (Candá) en las páginas de la revista Canadian Medical Association Journal, unos 130 gramos diarios de legumbres, es decir, en torno a tres cuartas partes de una taza, se asocia a una reducción del 5% en los niveles de colesterol malo en sangre (LDL), lo que se traduciría en la práctica clínica en una reduccion del 5-6% del riesgo cardiovascular.
Estas conclusiones son el reflejo de una revisión sobre 26 estudios científicos con unas 1.000 personas en torno a las legumbres, en los que se analizaron los efectos de legumbres, lentejas, alubias o guisantes para la salud. Aunque algunos de los participantes se quejaron de molestias abdominales y pesadez de estómago tras su ingesta, los autores aseguran que se trata de un efecto normal y que fue decreciendo con el paso de las horas.
Aunque las legumbres son un ingrediente fundamental de la dieta mediterráea, e incluso de algunas culturas asiáticas, la mayoría de estadounidenses y canadientes apenas toma media ración diaria. "Hay un gran espacio en nuestra dieta para incrementar el consumo de estos alimentos y obtener esos beneficios cardiovasculares". Sustituir algunos cereales o proteínas por estos alimentos de bajo índice glicémico (que se descomponen más lentamente en el organismo) sería una posibilidad; incorporar las legumbres a las ensaladas más a menudo es otra de las ideas que proponen los investigadores para que los beneficios cardiovasculares de las legumbres no vayan acompañados de una ganancia de peso.
A pesar de la reducción del colesterol observada en este meta-análisis, los investigadores canadienses admiten que son necesarios estudios más numerosos y con un seguimiento más prolongado (en este caso el máximo fueron tres meses). "Puesto que el consumo de legumbres puede tener efectos en otros factores de riesgo metabólico, como el peso corporal, la tensión arterial o el control de la glucosa, futuras intervenciones deberían evaluar estos elementos".

Noticia de:  http://www.elmundo.es/salud/2014/04/09/53451e1ee2704ee8548b4570.html

lunes, 5 de mayo de 2014

Los casos de diabetes se han duplicado en las últimos 20 años

La obesidad y el sedentarismo está disparando la incidencia de diabetes en el mundo 

Las cifras asustan. Aproximadamente 21 millones de estadounidenses de 20 o más años están diagnosticados de diabetes y más de 40 millones están en una situación previa a sufrir esta enfermedad, lo que supone que se ha duplicado el número de personas en este país con cifras de azúcar por encima de lo saludable. Una situación parecida se vive en España y en el resto del planeta.
La prevalencia de diabetes en el mundo supone que 360 millones de personas sufren esta enfermedad, según datos de 2011, y de ellas más del 95% tenía diabetes tipo 2, la vinculada al estilo de vida y los hábitos nutricionales. Se prevé que esta cifra alcanzará los 552 millones en el año 2030 y que la mitad de las personas desdeconocerá su diagnóstico. Por si esto no fuera poco, se calcula que otros 300 millones de personas tiene características que indican riesgo de sufrir este problema en el futuro, según informa la Sociedad Europea de Cardiología en unas guías sobre diabetes, prediabetes y enfermedad cardiovascular.
Otro estudio, realizado por investigadores de la Escuela Bloomberg de Salud Pública en la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), analiza cómo ha sido el aumento de este trastorno metabólico en las últimas décadas en este país y por lo que señalan en su estudio, publicado en la revista Annals of Internal Medicine, la diabetes aumentó de un 6% a un 10% en las pasadas dos décadas y la prediabetes -situación en las que los niveles de azúcar en sangre son elevados aunque no lo suficiente como para establecer un diagnóstico- pasó de un 12% a un 30%. "Hay una creciente necesidad de reconocer este grave problema, especialmente porque la mayoría de los casos de diabetes pueden prevenirse con la pérdida de peso y otros cambios en el estilo de vida", afirma la principal autora de esta investigación, Elizabeth Selvin, profesor de esta universidad.

Noticia de:  http://www.elmundo.es/salud/2014/04/19/534e530022601d1b728b4570.html

 

viernes, 2 de mayo de 2014

Tras el infarto, más fibra y más vida

Si quiere mantenerse alejado de enfermedades cardiovasculares, preste atención a la cantidad de fibra que consume. Los expertos recomiendan entre 26 y 38 gramos cada día. Pero si usted ya ha sufrido un infarto, no es tarde para beneficiarse de los efectos de esta sustancia. Según acaba de revelar una nueva investigación, "la mayor ingesta de alimentos con fibra después de un evento de este tipo está asociado a un menor riesgo de mortalidad en los nueve años siguientes".
Como explican los autores de este trabajo, publicado en la revista British Medical Journal, cada vez hay más personas que sobreviven a estos episodios coronarios. Concretamente en España, la mortalidad por infarto agudo de miocardio ha disminuido un 40% en los últimos 16 años y en EEUU, aún más, un 60%. Los especialistas lo atribuyen al mejor control de los factores de riesgo, la mayor práctica de ejercicio físico, una legislación más severa en la lucha contra el tabaquismo, mayor control de los alimentos y una mayor eficacia en los tratamientos del síndrome coronario agudo.
Pensando precisamente en ellos, subraya uno de los responsables del documento, Shanshan Li, del departamento de Epidemiología de Salud Pública de la Harvard School de Boston (EEUU), "es importante ver, además de la medicación, qué otras recomendaciones pueden seguir para mejorar sus perspectivas de vida".
Con este objetivo, Li y su equipo analizaron los datos de dos grandes estudios de EEUU, uno sobre la salud de las enfermeras (121.700) y otro sobre la de más de 51.000 hombres sanitarios. En ambos, los participantes respondían cada dos años a cuestionarios sobre su estilo de vida.
En el transcurso de 30 años, un total de 2.258 mujeres y 1.840 varones sufrieron un primer infarto. Tras un seguimiento de casi nueve años, 1.133 murieron (682 mujeres y 451 hombres). Como los investigadores les dividieron en varios grupos, en función de la cantidad de fibra que tomaban diariamente, pudieron extraer datos muy claros.

Noticia de:  http://www.elmundo.es/salud/2014/04/30/535fe3d5ca47417e1f8b457c.html