Los argumentos clásicos -principalmente, el peligro para la salud
individual y pública- parecen no funcionar, ya que la obesidad infantil
continúa creciendo en todo el mundo. Algo así han debido de pensar los
investigadores de la Duke-NUS Graduate Medical School de Singapur, que
publican esta semana un estudio en la revista Pediatrics que utiliza un argumento que puede no dejar indiferente a muchos: el económico.
Según su trabajo, basado en la extrapolación de seis estudios ya
publicados, un niño que es obeso a los 10 años generará a lo largo de su
vida más de 13.000 euros más en gastos médicos que un niño de peso normal que se mantenga en él a lo largo del tiempo.
Los investigadores liderados por Raul Malhotra van más allá y hacen
una estimación de lo que este dato supone si se aplica a la actual tasa
de obesidad infantil en EEUU y la cifra da que pensar: algo más de 10.000 millones de euros.
No es la única comparación que hacen para mentalizar a sus lectores del
problema que supone la obesidad infantil. En un país en el que la
enseñanza universitaria es una preocupación para muchos padres, debido a
su coste, los investigadores señalan que el coste completo de los
estudios universitarios no supera el gasto excesivo que genera por niño
la obesidad infantil.
Aunque solo una minoría de los niños obesos crece como adultos sanos,
los investigadores han hecho una estimación alternativa basada en esa
rara posibilidad. Así, la cifra se rebajaría a 9.000 euros por niño
obeso a los diez años.
Pero ¿por qué monetizar un problema tan ligado a la salud como la obesidad infantil? Según escriben los autores en Pediatrics,
"a los políticos se les pregunta continuamente que justifiquen el valor
de los esfuerzos en prevención de la obesidad infantil, tanto en
términos de salud como económicos".
Así, los médicos consideran que sus datos no solo justificarán dichos
programas, sino que se podrán también utilizar en análisis de coste efectividad de distintas estrategias.
"Esta estimación nos describe las consecuencias financieras de la
falta de acción y de los ahorros médicos potenciales que se pueden
obtener de los esfuerzos en la prevención de la obesidad que han
conseguir reducir o retrasar su aparición", explica el primer firmante del trabajo, Eric Finkelstein.
Noticia de: http://www.elmundo.es/salud/2014/04/07/53425b66ca47417d508b456c.html
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