La incidencia de dermatitis atópica se ha incrementado entre un 200 y un 300 por ciento en las tres últimas décadas.
Es
una enfermedad crónica y no contagiosa, que ocasiona picor e
inflamación en la piel. Entre sus síntomas se encuentra la piel seca,
escamosa y con escozor. Afecta,
generalmente, a la parte interna de los codos, detrás de las rodillas,
piernas, brazos y la cara, pero también puede cubrir la mayor parte del
cuerpo".
Su
prevalencia en España oscila entre el 5 y el 7 por ciento en la
población adulta, y entre el 10 y el 20 por ciento en la infantil. De
todos ellos, el 90 por ciento experimenta esta enfermedad antes de los
cinco años, constituyendo la segunda causa más frecuente de visita al
dermatólogo. El 80,6 por ciento de los pacientes que la sufren acuden al médico cuando aparece el primer brote.
Se ha comprobado de forma inequívoca que el 40 por ciento de los enfermos presentan un déficit de filagrina, que es una proteína presente en la piel, lo que ocasiona uno
de los rasgos más visibles como es la hiperlinealidad palmar que
presentan estos enfermos, lo que se traduce en una gran cantidad de
líneas en la palma de la mano. Esta característica ayuda a detectar con
más facilidad aquellos pacientes con dermatitis atópica.
¿Qué es lo que tiene que decir al respecto la medicina naturista?
Un estudio realizado en el Reino Unido observa
que el aumento del asma y la atopia fue precedido y acompañado por
cambios en la dieta, como es la disminución del consumo de vegetales,
particularmente de patatas y verduras verdes. Los resultados de
este estudio sugieren que una dieta occidentalizada deficiente en
antioxidantes aumenta la susceptibilidad a las enfermedades atópicas.
De acuerdo con los resultados de los exámenes de la Encuesta Nacional de Salud 2005-2006
sobre Nutrición (NHANES), la deficiencia de vitamina D se asocia con
mayores niveles de sensibilización mediada por IgE en los niños y
adolescentes, lo que coincide con un estudio reciente que concluye que
la deficiencia de vitamina D se ha relacionado con la severidad de los síntomas asociados con la sensibilización a los alimentos.
Cabe observar que hay menor prevalencia de dermatitis atópica en los bebés amamantados a cuyas madres alérgicas se le restringen los productos lácteos.
Por
otra parte, en un estudio en el que fueron seguidos 14 niños, con
edades comprendidas entre los 8 y 64 meses, con una historia de eccema
resistente durante un período de al menos seis meses, en el que a todos
los niños se les administro diariamente un suplemento inmunobiótico
conteniendo entre 300 a 500 mg de Lactobacillus rhamnosus estandarizado.
Los resultados mostraron una mejoría sustancial en la calidad de vida,
en los síntomas dermatológicos y en las puntuaciones de irritación tanto
de día como nocturnos. Ninguno de ellos presentó intolerancia o
reacciones adversas.
Pero,
¿Por qué la administración de flora intestinal mejora los síntomas de
la dermatitis atópica? La más probable es que la dermatitis atópica se
deba a que el equilibrio de la flora intestinal este dañado; en
consecuencia, esta no conduce adecuadamente la maduración de la
inmunidad del infante, que se regula principalmente a partir de los
estímulos que los gérmenes "saludables" imprimen sobre las células
inmunitarias, que se encuentran en la lámina propia separadas por una
fina lámina de células de la luz intestinal.
Lo
anterior explicaría también porque la restricción dietética en las
madres alérgicas disminuye la prevalencia de la dermatitis en sus hijos.
El empleo de antibióticos,
tanto de forma prenatal como en la primera infancia, es una importante
causa de desequilibrio en la flora intestinal y en la aparición de
dermatitis atópica.
Se sabe que la rutina combate eficazmente la dermatitis atópica y el eczema de contacto. Así, un estudio sugiere que la rutina puede ser un eficaz aliado para tratar las enfermedades alérgicas de la piel.
También la curcumina
se puede utilizar para el tratamiento de enfermedades inflamatorias y
atópica, merced a que suprime la linfopoyetina estromal en el timo. Por
otra parte, la cúrcuma también resulta útil para combatir eficazmente el picor.
En
definitiva se puede concluir que pese a que las enfermedades alérgicas
son un problema de salud importante y que los estudios epidemiológicos
sobre enfermedades alérgicas infantiles relacionadas con la dieta son
escasos, los estudios cientificos realizados demuestran que, en general,
la dieta materna durante el embarazo
y la dieta infantil rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3 se
consideran las dietas saludables que podrían tener un efecto protector
para las enfermedades alérgicas en la infancia.
Artículo de: http://www.mediconaturista.org/index.php/miguel-quel/tratamientos/medicina-naturista/medicina-ortomolecular/27-medicina-ortomolecular/39-dermatitis-atopica-y-dieta-occidental
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