lunes, 14 de octubre de 2013

Rutinas caseras contra el sobrepeso


Luchar contra la obesidad exige mucho más que invertir en campañas que promuevan una buena alimentación y una vida activa. La complejidad del fenómeno hace necesario tener en cuenta una serie de factores culturales, sociales o económicos que son los que, en última instancia, marcan las circunstancias vitales y la capacidad de decisión de los individuos.
En ese contexto, la familia se vislumbra como el núcleo ideal a través del que sembrar unos hábitos de vida adecuados. Y, según los resultados de recientes trabajos, puede ser muy útil en el combate contra los kilos de más. La última de estas investigaciones se ha publicado recientemente en la revista 'JAMA Pediatrics'.
Sus conclusiones muestran que promover rutinas en el hogar -relacionadas, por ejemplo, con el sueño, el tiempo dedicado a la TV o los hábitos a la hora de comer- ayuda a controlar el peso de los más pequeños. Además, también contribuyen a mejorar la duración del sueño y a disminuir el ocio dedicado a la pequeña campaña, dos factores que se han relacionado directamente con el riesgo de obesidad. Partiendo de la hipótesis de que una intervención basada en el hogar aportaría importantes beneficios, un equipo de investigadores de la Universidad de Guelph (Ontario, Canadá) reclutó a 120 familias (con niños de entre dos y cinco años) con pocos recuros y pertenecientes a distintas minorías raciales y las dividieron en dos grupos. El primero de ellos contó con asesoramiento directo por parte de un educador que periódicamente les animaba (de forma presencial y virtual) a controlar el tiempo que sus hijos empleaban viendo la televisión, a retirar el televisor de sus cuartos, a comer en familia o a seguir un patrón de sueño adecuado a su edad, entre otras cosas. El programa no contemplaba ninguna referencia explícita al peso de los pequeños de la casa. El otro grupo, en cambio, sólo recibió material educativo relacionado con el control de la obesidad y el sobrepeso.
Después de seis meses de seguimiento, los investigadores comprobaron que los niños del grupo de intervención habían mejorado la duración de su sueño (un aumento de 0,75 horas al día), habían reducido el tiempo que empleaban viendo la televisión durante los fines de semana (-1,06 horas al día) y habían reducido su índice de masa corporal (-0,40). En cambio, en los pequeños del grupo control, estas cifras no presentaban mejoría alguna. Es más, durante el experimento, los niños de este grupo aumentaron su peso medio.
Seguir leyendo:  http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/09/17/nutricion/1379399326.html 

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